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Carlos Navarro y Carlos Celis
En México, la contaminación ya es tan letal como los homicidios dolosos, entre ellos los del crimen organizado: cada año muere un promedio de 17 mil personas por enfermedades relacionadas con la mala calidad en el aire.
En el sexenio que está por terminar van 85 mil decesos por esta causa, apenas 10 mil menos que los registrados por homicidio doloso.
Entre 2013 y 2017, según no apto para pulmones pequeños, diagnóstico de calidad del aire y el derecho de niñas, niños y adolescentes al aire limpio, elaborado por Greenpeace y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), murieron 85 mil personas por esta situación.
Mientras que 94 mil 810 personas fueron asesinadas de forma dolosa en el mismo periodo en el país, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Entre las ciudades y zonas más contaminadas de México, en el caso de ozono por concentración horaria están la Zona Metropolitana del Valle de México, Zona Metropolitana de Guadalajara y Pachuca, según el Informe Nacional de la Calidad del Aire 2016.
Por encima de la salud de los afectados por la mala calidad del aire en México, se ponen los intereses de la iniciativa privada, afirmó Carlos Samayoa, responsable de los temas de calidad del aire y movilidad de Greenpeace.
En entrevista con El Heraldo de México, señaló: “Detrás de modificar el suelo normativo, que es una de las necesidades, por supuesto que sí (se está privilegiando a la industria privada), esto implica transformar parámetros de funcionamiento, tanto de industria, de la forma en que se gestiona la movilidad en las ciudades, que es el punto más fuerte que vemos en este asunto.
“Hay intereses privados detrás, que se verían modificados, probablemente afectados”, sostuvo Samayoa.
En México mueren cada año al menos mil 680 menores de cinco años por enfermedades vinculadas con la mala calidad del aire, reveló el documento.
Incluso, en 2013 la Redim publicó un primer informe que alertaba sobre la urgencia de generar, y homologar en todo el país, políticas públicas dirigidas a mejorar los sistemas de información de los efectos de la calidad del aire en los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Agregó que otro de los principales inconvenientes es que los órganos gubernamentales que pueden tomar cartas en el asunto no lo hacen.
“Son cinco años los que han pasado. No podemos decir que haya una excusa oficializada, como cualquier otro problema que hay en el país, puede deberse a la falta de voluntad política y de interés en el tema”, dijo.
Desde la publicación del primer reporte, 85 mil personas han muerto de forma prematura en México debido a la contaminación del aire, si se considera que más de 17 mil de las muertes que ocurren anualmente en el país están asociadas con la calidad del aire y serían evitables si se cumplieran las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Heraldo de México buscó a diversas instancias gubernamentales federales y locales, involucradas en el tema; sin embargo, no atendieron el llamado. Se trata del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, a través de la Secretaría de Salud federal; el área responsable de calidad en el aire de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Dirección General de Gestión de la Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX.
En México, la contaminación ya es tan letal como los homicidios dolosos, entre ellos los del crimen organizado: cada año muere un promedio de 17 mil personas por enfermedades relacionadas con la mala calidad en el aire.
En el sexenio que está por terminar van 85 mil decesos por esta causa, apenas 10 mil menos que los registrados por homicidio doloso.
Entre 2013 y 2017, según no apto para pulmones pequeños, diagnóstico de calidad del aire y el derecho de niñas, niños y adolescentes al aire limpio, elaborado por Greenpeace y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), murieron 85 mil personas por esta situación.
Mientras que 94 mil 810 personas fueron asesinadas de forma dolosa en el mismo periodo en el país, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Entre las ciudades y zonas más contaminadas de México, en el caso de ozono por concentración horaria están la Zona Metropolitana del Valle de México, Zona Metropolitana de Guadalajara y Pachuca, según el Informe Nacional de la Calidad del Aire 2016.
Por encima de la salud de los afectados por la mala calidad del aire en México, se ponen los intereses de la iniciativa privada, afirmó Carlos Samayoa, responsable de los temas de calidad del aire y movilidad de Greenpeace.
En entrevista con El Heraldo de México, señaló: “Detrás de modificar el suelo normativo, que es una de las necesidades, por supuesto que sí (se está privilegiando a la industria privada), esto implica transformar parámetros de funcionamiento, tanto de industria, de la forma en que se gestiona la movilidad en las ciudades, que es el punto más fuerte que vemos en este asunto.
“Hay intereses privados detrás, que se verían modificados, probablemente afectados”, sostuvo Samayoa.
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Incluso, en 2013 la Redim publicó un primer informe que alertaba sobre la urgencia de generar, y homologar en todo el país, políticas públicas dirigidas a mejorar los sistemas de información de los efectos de la calidad del aire en los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Agregó que otro de los principales inconvenientes es que los órganos gubernamentales que pueden tomar cartas en el asunto no lo hacen.
“Son cinco años los que han pasado. No podemos decir que haya una excusa oficializada, como cualquier otro problema que hay en el país, puede deberse a la falta de voluntad política y de interés en el tema”, dijo.
Desde la publicación del primer reporte, 85 mil personas han muerto de forma prematura en México debido a la contaminación del aire, si se considera que más de 17 mil de las muertes que ocurren anualmente en el país están asociadas con la calidad del aire y serían evitables si se cumplieran las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Heraldo de México buscó a diversas instancias gubernamentales federales y locales, involucradas en el tema; sin embargo, no atendieron el llamado. Se trata del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, a través de la Secretaría de Salud federal; el área responsable de calidad en el aire de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Dirección General de Gestión de la Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX.
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