 |
Rafael Montes
La Secretaría de la Función Pública (SFP) y el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), preparan una guía de protección a denunciantes anónimos de casos de corrupción.
El objetivo es que el manual que trabajan en conjunto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) “se adapte a las necesidades y estructura del GACM” a fin de fomentar la denuncia desde la alta dirección.
Se trata de que los ciudadanos o funcionarios que participen en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) puedan presentar su queja o denuncia con la certeza de que su identidad permanecerá en el anonimato.
La SFP explicó que se busca “eficientar tareas en rubros como el de las contrataciones públicas, donde se pone cuidado especial por constituir la columna vertebral de esta construcción”.
Así se expuso durante la cuarta reunión del grupo de trabajo, en la que participaron el subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas de la secretaría, José Gabriel Carreño, y el director general del grupo aeroportuario, Federico Patiño.
En el encuentro evaluaron la atención y los avances de las recomendaciones de la OCDE para implementar acciones que fomenten y consoliden la transparencia y la legalidad durante la construcción del NAIM.
Reportaron que en mayo la organización impartió un taller sobre protección a denunciantes y, con ambas dependencias, acordó trabajar en un compendio que tituló “Guía para el otorgamiento de medidas de protección a gestores de integridad en los Comités de Ética y de Prevención de Conflictos de Intereses”.
Ésta contempla normas, procedimientos y mecanismos para establecer medidas de protección a los llamados “gestores de integridad” que denuncien. La guía comenzó a aplicarse como prueba piloto, pero está en etapa de perfeccionamiento.
MAL VISTOS
Las recomendaciones de la OCDE para la nueva terminal aérea están contenidas en el documento “Desarrollo efectivo de megaproyectos de infraestructura. El caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”, que detalla que “la denuncia interna puede impedir y disuadir la corrupción, y evitar pérdidas importantes”.
También advierte que “la experiencia ha demostrado que quienes denuncian actos ilícitos no son bien vistos en la mayoría de las instituciones, y son objeto de represalias de directivos y compañeros de trabajo, y el riesgo de que haya represalias después puede ser alto donde no se alienta un entorno propicio para ello”.
Algunas de esas represalias suelen ser despido, marginación profesional, descenso de categoría, pruebas o exámenes médicos y transferencia o reasignación.
Por ello la principal recomendación es que “a todos los que realicen actividades pertinentes para la misión de la organización, deberá brindárseles protección en caso de denuncia”.
La OCDE precisa que para alentar las denuncias se requiere contar con mecanismos seguros, claros y conocidos en toda la institución; normas y procedimientos explícitos, y una descripción de la protección que se proporcione a los funcionarios denunciantes para facilitar estos procesos.
Además de crear conciencia sobre los procedimientos y canales de la denuncia, es imprescindible establecer lo que constituye una denuncia protegida y mantener la mayor confidencialidad.
Crear mecanismos seguros y eficientes para fomentar la denuncia anónima es una de las principales recomendaciones no solo para la construcción del NAIM, sino para que los países los apliquen como parte de sus políticas en el combate a la corrupción.
El 9 de diciembre de 2016, con motivo del Día Internacional contra la Corrupción, el organismo dio a conocer 10 recomendaciones para combatir, prevenir y sancionar, entre las que se incluye crear códigos de conducta, y capacitar y sensibilizar a servidores públicos sobre cómo actuar frente a posibles actos de corrupción.
Comentarios
Publicar un comentario