Conacyt, Inegi y CIDE preparan herramienta para medir la corrupción.


Ante la dificultad de medir este fenómeno en México, se buscará generar indicadores para medir este fenómeno; la herramienta podrá darse a conocer este año.


El instrumento estará financiado a través de un fondo sectorial entre Conacyt e INEGI, que aportó entre 400 mil y 800 mil pesos. (Especial)


RAFAEL MONTES

Ciudad de México

Ante la dificultad de medir la corrupción en México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) preparan un instrumento que sirva para generar los indicadores con los cuales se puedan realizar mediciones de este fenómeno en México.

Así lo informó Miguel Adolfo Guajardo, director de Análisis Estadístico del Conacyt, quien explicó que antes de que termine este año podría darse a conocer esta herramienta que se ha venido desarrollando desde hace año y medio entre estas instituciones, financiado a través de un fondo sectorial entre Conacyt e INEGI, que aportó entre 400 mil y 800 mil pesos.

“Uno de los temas más importantes que se plantearon fue el de tener una metodología para poder cuantificar y poder generar indicadores sobre corrupción en México y en América Latina; el INEGI tiene una vicepresidencia que entre sus temas prioritarios está este tipo de información e incluso es uno de los proyectos que están realizándose con el sujeto de apoyo que resultó ganador, justamente una tecnología para medir, cuantificar, la corrupción, se está realizando con el CIDE; el INEGI y Conacyt financiando el proyecto”, dijo.

El investigador del CIDE ganador del apoyo fue el doctor David Arellano, quien fue elegido en 2016 por una comisión conformada por miembros del Sistema Nacional de Investigadores, tras evaluar los proyectos de diferentes instituciones.

“El instrumento tendrá muchísimas funciones y usos; para el INEGI, por ejemplo, podría estar en condiciones de generar una batería de indicadores sobre el tema ya con una metodología probada, pero además la comunidad académica también lo podría utilizar para distintas investigaciones; es decir, no se pretende que sea algo cerrado sino abierto, accesible a toda la comunidad académica”, explicó Guajardo.

“Es un fenómeno complejo de medir, requiere hacer acopio de las metodologías más innovadoras y más recientes en el mundo y por supuesto que representó una preocupación para el fondo y por eso se financió el proyecto”, añadió.
irh
Milenio.

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