EMILIO MORALES PACHECO
Hasta 200 viajes de arena y grava saquean del Atoyac diariamente de manera ilegal
Jaqueline Robles
Producto de la voracidad, corrupción y necesidad de vivienda, la colonia Perla de Antequera, de Santa María Atzompa, podría desaparecer debido a la creciente del Río Atoyac; el afluente, además de reclamar su cauce, cobra factura por la explotación indiscriminada.
Para los habitantes del asentamiento, creado desde hace más de 20 años, crece el temor a ser arrasados por el imponente río; en las últimas horas el Atoyac barrió con parte de la margen izquierda y devoró más de 60 metros del terreno donde ya existía incluso una calle.
Una galera, un poste de luz y dos pequeñas construcciones que resguardaban material y equipo para la distribución de agua es parte de lo que se perdió por la creciente del afluente; un primer aviso de lo que desde hace mucho esperan.
Los primeros colonos ya emigraron por el temor y la sospecha de que pronto el Atoyac ganará la batalla; el resto, alrededor de 200 familias más, esperan que las autoridades de los tres niveles de gobierno acudan en su auxilio.
Peligro
20 años tiene la colonia
60 metros del terreno devorados por el Atoyac
200 familias en riesgo
Silencio, complicidad, corrupción y saqueo
El responsable principal del saqueo del material pétreo es Waldo Ortiz Ortiz, a quien gente de la zona señala como el mayor beneficiario y quien aparentemente goza de impunidad y respaldo oficial.
A lo largo de varios años dicen, Ortiz Ortiz ha violado los sellos de cancelación que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha colocado en la maquinaria con la que extrae hasta 200 viajes diarios de arena y grava, lo que ha socavado el cauce.
Empero, este despojo no es el único acto ilegal cometido en el área, pues de acuerdo a la Ley de Aguas Nacionales, no debe existir un solo asentamiento humano en las márgenes de los afluentes como el Atoyac, porque son propiedad federal y porque las condiciones del terreno son de evidente riesgo para quienes las habiten.
A pesar de ello, los colonos han insistido, desde hace varios años ante Conagua, para que impulse un proyecto de “reencauzamiento del río y construcciones de gaviones reforzados”, mismo que no ha tenido eco y por lo cual, se sienten abandonados e ignorados.
Al respecto, el presidente de la colonia Cristhian Alfonso Luis Gómez, negó que fueran invasores de la pequeña franja que colinda con San Lorenzo Cacaotepec, pero tampoco pudo informar quién o quiénes vendieron el terreno sobre el que se fundó la colonia, que además, carece de accesos dignos, algunos servicios básicos y transporte público que circule cerca.
“Nosotros pagamos impuestos, nunca hemos tenido apoyo de la autoridad y los que vienen del gobierno solo vienen a la foto, el río ya se llevo calles completas y algunas construcciones, pero ni así nos hacen caso”, expuso.
Invasores e infractores en la zona
Según la Conagua, la situación de la zona es delicada, pues son muchos factores que generan riesgo a los asentamientos irregulares: la condición del suelo arenoso, el saqueo de material pétreo, el relleno que hace la propia gente y la descarga de basura y taponamiento; el Atoyac reclama el cauce que fue invadido y que es dañado, dicen.
Noel Espinoza Hernández, director de Administración del Agua del organismo federal, aseguró, que han realizado operativos junto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y sancionado a Waldo Ortiz Ortiz, quien efectivamente ha violado los sellos de clausura y reincidido en el delito de saqueo.
Sin embargo, puntualizó que esto es solo una parte de la solución al problema, pues dadas las necesidades de vivienda y actos de corrupción se han otorgado permisos para el establecimiento de comunidades en las márgenes de un río que hoy, solo vuelve a su lugar.
NVI Noticias