Alfonso Cruz
El terremoto del 7 de septiembre perjudicó también la economía de la región del Istmo de Tehuantepec.
El 70 por ciento de los negocios cayeron junto con las viviendas y el 30 por ciento restante apenas se sostiene debido a la falta de dinero circulante, “no hay dinero, hay desempleo, hay despidos, no se están pagando las nóminas”.
El panorama es desolador, casi como el de un cataclismo, en Juchitán de Zaragoza, Ciudad Ixtepec, Salina Cruz y Asunción Ixtaltepec el fantasma de la falta de dinero comienza a recorrer las calles; “la economía está devastada”, afirmó el capitán y maestro Román Bernal Díaz, presidente de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) delegación Ixtepec.
“La actividad económica está suspendida, no hay circulante porque mucha gente se fue por temor a las réplicas, los locales comerciales se afectaron, un 70 por ciento no están abiertos y en donde sí se puede abrir la gente no puede llegar por los derrumbes”, añadió.
Bernal Díaz aseguró que no hay trabajo, que los empleos están suspendidos y que toda actividad comercial está prácticamente paralizada, a lo que se le suman los despidos porque simplemente los comerciantes no pueden pagar las nóminas.
“El dinero que llega es el que depositan de otros lados a los pocos habitantes de esta comunidad que aún viven aquí, de verdad que no hay circulante”, externó.
La opinión de Roberto López Guizar, representante de la Canaco en Salina Cruz, no es muy distinta a la de su similar de Ixtepec: “Tenemos el comercio devastado, están cerrados los negocios, y los que quedaron en pie, están en estado crítico que no pueden operar y trabajar”.
A esto, se le suma que no hay derrama económica y aunado a ello, la paralización de las actividades de la refinería, viene a dar el golpe de gracia.
Señaló que los recursos económicos que aún se sostienen son los que generan los trabajadores de los tres órdenes de gobierno que están recibiendo sus quincenas, “de lo contrario no tendríamos otros ingresos”.
Juchitán, caso especial
Juan Gilberto Prado Ramírez, de la Canaco en Juchitán de Zaragoza, afirmó que aquí se vive un caso excepcional.
Propuso que haya una inyección de recursos oficiales, que por cada peso que aporte el municipio, el estado aporte tres y la federación cuatro, “sólo así podremos salir de la crisis, que esos recursos se apliquen en apoyos a los comerciantes que perdieron todo y a quienes aún se mantienen en pie, pero están a punto de cerrar definitivamente sus puertas”.
“Los grandes almacenes como Soriana y Bodega Aurrerá que soportaron los embates de los sismos permanecen en pie y se están llevando todo el dinero, son los grandes ganadores, mientras la economía pequeña se desmorona”, acusó Prado Ramírez.
Treinta días y todo colapsa
En entrevista, los representantes de la Cámara de Comercio afirmaron que la situación no puede esperar más de 30 días, “si no hay inyección de recursos vamos a colapsar”, ya tenemos actos de rapiña por lo mismo, porque no hay dinero y la gente tiene que comer, entonces busca como hacerse de dinero, indicó.
Gobierno ofrece 500 mdp
A su vez, la Secretaría de Economía del gobierno de Oaxaca ya anunció los primeros 500 millones de pesos para iniciar con la reactivación económica de la región; el titular de la dependencia, Jesús Rodríguez Socorro, informó que en coordinación con el Instituto Nacional del Emprendedor se comenzarán a entregar apoyos de 10 mil pesos por empresario afectado, recursos que fluirán la semana entrante.
Además, indicó que se abrirán oportunidades especiales para adquirir créditos con la banca privada en donde el gobierno sea el aval, de tal forma que se brinde un impulso sin precedente a la economía de la región.
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