Felipe Sánchez Jiménez
Otra vez. Taxistas del “14 de junio” y del sindicato “Libertad”, provocaron gran caos al bloquear toda la tarde de ayer, el puente de San Jacinto Amilpas. No hay autoridad capaz de meterlos al orden.
El hacinamiento de vehículos paralizó totalmente, muchas horas, el tráfico en ambas márgenes del Atoyac. Rumbo a mi domicilio, a la hora de la comida, quedé cinco horas inmovilizado en ese bloqueo, en un entorno de temor cerca del terror. La expresión en el rostro de las mujeres automovilistas con sus hijos pequeños en su vehículo era de pánico aunque, tratando de soportar el caos, allí esperaban, tratando de llevar vidas normales.
Esta es la triste realidad de Oaxaca. Se impone la anarquía, la usurpación, de los que se alzan como poderes fácticos por encima del gobierno constitucional. El poder formal muestra signos de debilitamiento a causa del negligente comportamiento de los altos funcionarios que permiten la pérdida de la razón de ser y de estar del Estado que es la de velar por la seguridad de los gobernados y garantizarla.
Condenable que un puñado de malhechores montoneros que además tienen una concesión del estado, impongan su ley con todas las agravantes y no pasa nada. Complicidad tan evidente genera devaluación de la investidura y desconfianza de la ciudadanía en las instituciones de gobierno y sus personeros, los políticos y administradores de potestades, los procuradores de justicia (ahora llamados fiscales) y los impartidores de ésta y todos aquellos que por ley están obligados a proveer certeza”.
Complicidades tan extremosas (el funcionario cómplice que deja hacer y el malhechor que aprovecha el debilitamiento del poder) es triste realidad en Oaxaca. Ambos, autoridad y delincuente, están tocando extremos. Cierre de calles y carreteras, secuestro de la ciudadanía parecen no tener fin pese al esperanzador relevo de gobierno. Si para conservar esa impunidad y el poder fáctico, los partidos políticos y sus grupos de interés, les parece necesario destruir a Oaxaca, no titubearán en hacerlo; siempre querrán estar arriba, pisoteando los derechos de la ciudadanía. PARA QUE LA CUÑA…
Todo indica que para unos delincuentes otros más delincuentes. Eso sucede en el cinturón de miseria de las colonias asentadas alrededor del tiradero de basura municipal.
Los panchitos -don Pancho mugres y su hijo- que regentean con los parabienes del gobierno, esa partida de malhechores conocida como “14 de junio”, se toparon en la colonia Vicente Guerrero con otros de su misma calaña. Les están aplicando la Ley del Talión. Ayer siguieron “accionando” para echarlos de esos asentamientos con bloqueos y amenazas. Don Pancho mugres o “el chango”, lanzó la advertencia de concentrar a sus miles de milicianos esta mañana frente al tiradero de basura para arremeter contra los que les disputan el derecho de cobrar piso. Veremos hasta donde llegar la tolerancia del gobierno.
Como toda organización delincuencial, guardan hermetismo en cuestiones de su modus operandi. Lo único que he logrado saber es que el hijo de don Pancho se atrevió a poseer granadas de fragmentación de uso exclusivo del Ejército. Me dicen que por este hecho, autoridades federales y la Sedena, siguen el hilo de la investigación.
Hay que recordar que el 20 de septiembre del año pasado, personal de la SEDENA decomisó una granada de fragmentación que estaba en un automóvil en el campamento del “14 de junio” en terrenos invadidos del Río Atoyac.
Este hecho confirma dos cuestiones. Primero, el grado de peligrosidad de esta organización. Segundo, el poder de sus mecenas que les permiten impunidad extrema. DEVALUADOS
La procacidad del magistrado del Tribunal Estatal Electoral, Wilfrido López Vázquez, al insistir en que su homólogo Víctor Manuel Jiménez “me pidió un millón de pesos mensuales”, acabará por hundir en el más profundo de los descréditos al principal árbitro electoral en el estado. Esto es muy delicado porque si el TEE ya arrastraba deshonra por sus tesis tan sesgadas, hoy ha perdido toda autoridad moral. Si mantener a López Vázquez como magistrado, aunque lo quiten como presidente, es grotesco; seguir jugando con tres árbitros estigmatizados, ciegos y mancos por la enfermedad de la corrupción, significa vileza ¿Quién va a creer sus dictámenes?
Tardaron en sancionar a este magistrado. Me dicen que su partido, el PRD, presionó para mantenerlo en el cargo pese a los señalamientos en su contra. Lo acusaron de negociar con el grupo mafioso dominante que desde hace muchos años, controla el gobierno municipal de San Sebastián Tutla, para validar el supuesto triunfo como presidente municipal de Humberto Zárate Vázquez. La devaluación del TEE se veía venir desde que los partidos políticos pusieron, cada uno, a su magistrado. Dije que nuestra incipiente democracia va como los cangrejos, hacía atrás, por el actuar de árbitros como los que conforman el Tribunal Electoral. No hay que olvidar que el mismo López Vázquez asesoró en la “solución” de conflictos álgidos pos-electorales como los de Santiago Choapam y San Juan Lalana que terminaron en un gran baño de sangre, con decenas de muertos y heridos. LA MISMA GATA
Cuando el Senado de la República adquirió la facultad para designar a los nuevos magistrados, volvieron a surgir las expectativas de que Oaxaca tendría, por fin, un tribunal autónomo, con magistrados de inmejorable perfil. Desgraciadamente el cambio fue para que todo siga igual, o peor.
Los oligarcas chapulineros y sus partidos ya no metieron las manos directamente en la designación de los magistrados, lo hicieron a través de los senadores.
ME DICEN que el que sumó fuerzas con el diputado Ericel y el anterior presidente del TSJ, con la intención de ratificar a la magistrada ANA MIREYA SANTOS, fue el senador chilango traído de Michoacán, BENJAMÍN ROBLES MONTOYA pero como éste ya no operaba como “vicegobernador” de Oaxaca y en el Senado ha perdido influencia, nomás no pudieron.
Entonces surgió como magistrado presidente, VÍCTOR MANUEL JIMÉNEZ con el fierro azul. Sirve a los intereses del ex edil de Huajuapam de León, LUIS DE GUADALUPE MARTINEZ.
El otro magistrado es Miguel Ángel Carballido. Igual que Viloria está supeditado a otros intereses menos el del derecho electoral, hay otro de condición política muy discutida. Me refiero al magistrado Raymundo Wilfrido López Vázquez quien, aunque entró con el sello PRD, sirve a muchos intereses.
Así quedó el TEE en un principio hasta que la ambición de López Vázquez y las presiones del PRD, lo elevaron a la presidencia que hoy, sabemos, tiene un desenlace muy vergonzoso.
Comentarios
Publicar un comentario