Mala nutrición hizo vulnerables a los oaxaqueños ante COVID-19, advierte especialista



Especialista afirma que a pesar de que la gastronomía oaxaqueña es alta en nutrientes, el consumo regular y porciones inadecuadas ha perjudicado en la salud de las personas, además de la ingesta de bebidas procesada y altas en azúcares.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la compra de alimentos y bebidas fuera del hogar aumentó un 8% respecto al 2016, mientras que la compra de bebidas alcohólicas y no alcohólicas aumentó en un 1.2% en el mismo periodo.

Francisco Cruz Méndez, nutriólogo por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) señaló que los padres de familia en su mayoría prefieren alimentar a sus hijos todos los días con comidas como tamales, memelas y acompañarlo con jugos o refrescos, lo cual tendrá mayor consecuencia en su salud ya que están en crecimiento.

Destacó que es necesaria una educación sobre nutrición desde la primaria, ya que debido a la ignorancia, los padres de familia le dan a sus hijos cualquier producto para comer y no cuidan las porciones que les afectará en el futuro.

“Desde pequeño se les debe dar leche materna, agua hecha en casa con frutas o atoles, pero la mayoría incluso les ponen refresco en los biberones lo que provocará que presente más adelante diabetes mellitus tipo 2, obesidad u otras enfermedades”, señaló.

Admitió que sería imposible negarle el consumo de refresco a los niños ya que esta bebida es parte de la cultura mexicana, por lo que recomienda que se debe evitar los más posible sobre todo los primeros años de nacido.

“La infancia es la etapa de desarrollo de los niños, por eso se debe tener cuidado con los alimentos que se le brinden, porque a la larga, cuando ya sean adultos presentarán enfermedades y su sistema inmunológico no será fuerte”, destacó.

Asimismo, mencionó que las porciones que se les brinda deben ser las adecuadas ya que algunos productos aunque sean saludables, si se consumen en cantidades grandes y con frecuencia también es dañina para el cuerpo.

“Los derivados de la leche son una buena opción porque es como si la estuvieran tomando; no obstante, se debe observar por ejemplo, qué tipo de queso es, ya que algunos tienen más grasa que otros que reaccionan en el cuerpo”, destacó.
La alimentación y el COVID-19

El nutriólogo señaló que durante la pandemia por el virus COVID-19 lo recomendable es mantener una sana alimentación, que las porciones sean adecuadas, ya que esto hace que el sistema inmunológico trabaje correctamente.

No obstante, señaló que la mayoría de los oaxaqueños no están acostumbrados a tener una rutina sana en la que incluya ejercicio, alimentación y que estos sean en tiempos fijos, lo cual se está viendo reflejado en los casos por COVID-19.

“Es posible que una persona que mantiene una vida saludable esté contagiada, pero no se le desarrollará igual que una persona que todos los días consume grasa y tiene una vida sedentaria”, explicó.

Recordó que México es uno de los países con mayor número de diabetes y obesidad, enfermedades que en cierta parte, de acuerdo con la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA), son generadas en gran medida por el alto consumo de refrescos y comida chatarra.
Bebidas con más azúcares

Francisco Cruz señaló que los tés embotellados y los jugos son los que contienen más azúcar, incluso que los refrescos, además señaló que las bebidas hidratantes también provocan sobrepeso.

“Hay bebidas que fueron hechas para los deportistas y que sólo ellos deben consumir porque contienen calorías que necesitan para hacer su actividad física; no obstante, si una persona lo compra y es para tomarlo mientras ve una película, le provocará sobrepeso”, subrayó.

Muertes
40,000 personas en el mundo fallecen por consumir bebidas azucaradas
57% están relacionadas con la diabetes
33% enfermedades cardiovasculares
Fuente: Alianza por la Salud Alimentaria (ASA). 
Ingredientes
Agua: el agua es el mayor ingrediente y representa el 90% o más de las bebidas gaseosas. 
Azúcar: Una lata de 325 ml de bebida no dietética, contiene alrededor de 33 gramos de azúcar (carbohidratos de absorción rápida), el equivalente a 11 cucharitas de té. 
Edulcorantes artificiales: las bebidas gaseosas dietéticas o de calorías reducidas contienen edulcorantes artificiales de bajas calorías. Entre ellos se destaca el aspartamo, acesulfamo-k y la sacarina.
Ácidos: la mayoría de las bebidas gaseosas contienen ácidos: cítrico, fosfórico, málico y tartárico. Estos ácidos proporcionan esa sensación refrescante y al mismo tiempo preserva la calidad y el dulzor de la bebida. El pH promedio de las bebidas gaseosas es de 2.4.
Dióxido de carbono: responsable de las burbujas de la gaseosa, el dióxido de carbono se introduce al agua bajo presión. A medida que se agrega más dióxido de carbono, disminuye el pH, otorgando más acidez a la gaseosa y por lo tanto resulta más burbujeante. También se lo considera un conservante ya que genera un medio ácido que previene el crecimiento de microorganismos.​​​​​​​
Colorantes: hace que el producto final sea visualmente más agradable. Corrige las variaciones naturales de color durante el procesado o el almacenamiento y da la característica propia de color de cada bebida. Tienen efectos adversos en niños con hiperactividad. Uno de los colorantes más utilizados es el color caramelo.
Sodio: el contenido de sodio está en el rango de 20 mg-100 mg por cada 240 ml, dependiendo del fabricante y del sabor.

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