Secuestra escuadrón de la muerte al zócalo de Oaxaca

Foto: Román Carlos Velasco

Una "vecindad" para indigentes se ha vuelto la explanada del zócalo, acusan comerciantes

Jaqueline Bertha 

Por lo menos una veintena de indigentes -alcohólicos y enfermos mentales- deambulan por el zócalo de la ciudad, lo que provoca la molestia de los ciudadanos y comerciantes de la zona, que acusan mala imagen y ahuyente a los visitantes y posibles clientes.

Luego de una prolongada ausencia, Antonio Moreno visita la ciudad que lo vió nacer y este jueves se dispuso a desayunar en el centro de la ciudad junto con su familia.

“Cuando me dijeron las condiciones del Zócalo no quise creerlo, vine a constatar lo que me dijeron, yo sabía que Oaxaca padecía de un terrible abandono pero nunca me imaginé que a este grado”, señaló.

Al caminar por la Plaza de la Constitución, Moreno movía la cabeza como negando lo que su mirada corroboraba, su expresión era de tristeza y por momentos de enojo.

“Esto no es el lugar donde caminé de niño con mis padres, mira el quiosco, ve las jardineras y las fuentes, ahora son dormitorios, basureros y baños, ni en las poblaciones más jodidas sus parques principales lucen así, ¡qué vergüenza !”, expresó.

Apenas eran las 9.30 y junto con otros fue testigo del despertar de por lo menos cinco menesterosos, cuyo aroma nauseabundo inundan la fuente, la jardinera y las bancas que ocupan como habitaciones.

“Y eso que ahora no han hecho del baño, sino la pestilencia sería peor, casi frente al Palacio de Gobierno ya puso su montón de basura un señor que no deja que se acerque nadie porque dice que es su departamento, lo peor es que ni de Oaxaca es”, informa un bolero del lugar.

El centro ya no es de los ciudadanos

Juan Carlos Alonso trabaja para uno de los comercios ubicado en el Portal de Flores Magón, por temporadas sus patrones han tenido que darles descanso forzoso debido a las bajas ventas.

“La verdad es que los dueños han intentado sostenernos pensando en que somos jefes de familia pero ya no da, porque cuando no se caen las ventas por los maestros, es por otras agrupaciones y por si fuera poco, ahora son los alcohólicos y los loquitos. Este lugar ya no es de la ciudadanía, ya nos lo robaron”, expuso.

Pero la zona céntrica de la capital no es el único caso, en la Calzada de la República y el Jardín Conzatti la situación es la misma, dipsómanos y personas que padecen de sus facultades mentales viven en esos lugares.

Frente a la proliferación de estos, comerciantes y vecinos consideran que las autoridades municipales son omisas e indiferentes, ante una situación que se convirtió ya en un problema de salud pública.

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