Falta medir impacto ambiental en reconstrucción.


La iniciativa de Ley para la Reconstrucción de la Ciudad de México que analiza la Asamblea Legislativa es ilegal, señala especialista

Foto Cuartoscuro


GEORGINA OLSON

CIUDAD DE MÉXICO

La iniciativa de Ley para la Reconstrucción de la Ciudad de México que analiza la Asamblea Legislativa del DF es ilegal pues exime de realizar estudios de impacto ambiental e impacto urbano a las construcciones que se edifiquen donde hubo derrumbes, y eso es violatorio del artículo 84 de la Ley General de Protección Civil, dijo en entrevista Josefina McGregor, de Suma Urbana.

“Se consideran como delito grave la construcción, edificación, realización de obras de infraestructura y los asentamientos humanos que se lleven a cabo en una zona sin elaborar un análisis de riesgos y definir las medidas para su reducción”.

McGregor expresó que tal como lo establece la Ley General de Protección Civil se requiere un análisis de riesgo serio en la ciudad de México, como fundamento para después planificar la reconstrucción.

Para eso, dijo McGregor, es indispensable un verdadero Atlas de Riesgo, que incluya tres elementos básicos:

1. Un mapa del subsuelo con sus respectivos riesgos como oquedades o grietas

2. Un mapa de la ciudad ubicando en qué zonas hay escuelas, en cuáles hospitales, donde están las gasolinerías y otros elementos.

Y un tercer mapa, que es el más importante, dónde se sobreponen el mapa 1 y el 2, para identificar zonas de riesgo, como puede ser una gasolinería ubicada sobre una grieta, o una escuela que está sobre una zona de oquedades, para que la autoridad tome medidas para proteger a la población.

Aseveró que “lo que se presentó en la Ciudad de México, no fue un verdadero Atlas de Riesgo, sino un documento con información parcial”.

Y planteó que Enrique Fernández del Valle, uno de los arquitectos más destacados del país, quien falleció en diciembre de 2016, hizo un trabajo de ingeniería forense tras el sismo de 1985, analizando no sólo las fallas de construcción de los edificios que se cayeron, sino las fallas del subsuelo que contribuyeron a los derrumbes.

Trabajó por años en el mismo tema “e hizo un análisis del subsuelo que entregó en 2009 a Arturo Aizpuru, titular de Seduvi en la administración anterior, pero lo metieron al cajón y dijeron ‘no, con esto se cae el mercado inmobiliario”, dijo McGregor, quien explicó que el documento especificaba en qué zonas no podían seguir construyendo.
Excelsior. 

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