Principales Articulos de Opinión Nacional.







#GobiernoEspía se hace el sueco 


Elisa Aranís.
Todo parece indicar que la administración peñista se está haciendo la sueca con el escándalo de los periodistas, defensores de derechos humanos y activistas espiados Elisa Alanís Seguramente han escuchado la frase “hacerse el sueco”. Algunos dicen que se deriva de la palabra soccus, de donde provienen los vocablos zueco, zocato y zoquete. Otros, apoyan la versión de que la expresión hace referencia a los marineros, quienes desde Suecia llegaban a puertos españoles. Al hablar un idioma distinto, hacían como que no entendían. Es el equivalente a una expresión más común en México: “hacerse guaje”. Sí, y hay otras más comunes. Todo parece indicar que la administración peñista se está haciendo la sueca con el escándalo de los periodistas, defensores de derechos humanos y activistas espiados con el software Pegasus. El que sólo se vende a gobiernos y fue adquirido, por lo menos, por la PGR, Cisen y Sedena. Recordarán que el Presidente pidió a la Procuraduría General de la República aplicar la ley a quienes “levantaron falsos señalamientos contra el gobierno”. Enrique Peña, siendo parte, se erigió en juez. Con todo el poder de la investidura, dio su veredicto y mandato a seguir. Ante la amenaza, en Los Pinos dijeron que el Ejecutivo no quiso decir eso. En mi columna anterior escribí que la duda ya no era si están dispuestos a investigarse a si mismos, sino ¿de qué más serán capaces en lo que resta del sexenio? Ayer, expertos de The Citizen Lab confirmaron los ataques con Pegasus dirigidos contra los líderes panistas Ricardo Anaya, Fernando Rodríguez Doval y Roberto Gil Zuarth. También esta semana, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad publicó evidencias sobre los vínculos de Peña Nieto y Emilio Gamboa con la empresa Balam Seguridad, intermediaria en la venta del mentado malware. El reportaje indicó que “el dueño de esa comercializadora (Rodrigo Ruiz) tiene conexiones con la élite priísta: su tío Guillermo Ruiz de Teresa es coordinador de Puertos y Marina de Pero en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, FEADLE, están en otra cosa. Hicieron caso omiso a la petición de las víctimas de crear un panel de expertos independientes nombrado y auspiciado por mecanismos internacionales. En su lugar declaró que solicitó ayuda a integrantes de la ONU, FBI, IPN. Su labor, si es que se suman (EL UNIVERSAL informó que la embajada de Estados Unidos no había recibido petición formal para que el FBI colaborara), se reduciría a apoyo técnico. Para colmo, esta fiscalía (dependiente de la PGR, dependiente de EPN) está canalizando las pesquisas y la “ayuda técnica” en contra de los denunciantes. No solo ignoró su solicitud, sino que les pidió ¡entregar sus celulares! Surgen, pues, más preguntas: ¿Las autoridades federales están creando la percepción de que habrá vigilancia internacional en la indagatoria, cuando en realidad pretenden obstaculizar la participación del panel de expertos? ¿En lugar de ir tras los delincuentes espías, están persiguiendo a los afectados? En la procuraduría de Raúl Cervantes, ¿se está preparando la investigación o se está armando la defensa de Peña Nieto? ¿Será que se están haciendo los suecos? 
Twitter: @elisaalanis 






Aspirantes, sin temor al ridículo


Juaz Manuel Asai
El número de aspirantes a la Presidencia de la República crece día con día. Parece una epidemia. Es un empleo bien pagado, lo reconozco, y tiene algunas prestaciones importantes, como andar en la calle sin “cash” para pagar a los franeleros, eludir el tráfico y las inundaciones, que en esta ciudad es algo muy preciado, pero la verdad es que se trata de una chamba de lo más ingrata.

Hay docenas, cientos, acaso miles de personas que dedican las 24 horas del día a lanzarle al Presidente toda clase de epítetos relacionados con sus políticas públicas, lo que se entiende, pero van más allá y hablan de su nivel de inteligencia, los libros que han afectado su vida, su peinado, sus parientes, su forma de caminar. Es ese tipo de gente a la que, siguiendo al clásico, ningún chile les embona.

No sólo están esos miles tirando bolsas de lodo, hay también muchos que le quieren tirar a matar de verdad. Lo tienen en la mira porque no les gustó que las fuerzas federales detuvieran a un amigo o familiar. O nada más por joder al país, que es la tentación permanente de los poderes foráneos, por eso necesita estar protegido todos los días y todas las noches por un cuerpo especial del Ejército.

El Presidente tiene que hablar en público todos los días tres o cuatro veces sin equivocarse, tartamudear, tropezar con alguna palabra difícil de pronunciar, porque las bromas sangrientas, sobre todo en esa jungla digital que son las redes sociales, están a la orden del día, como si ellos, los integrantes de la jauría, no se equivocaran nunca, que leyeran de corridito y que hubieran leído completo a Cortázar, García Márquez o a “José Luis Borgues”, como dijo aquel.

Y no obstante, crece sin cesar el número de aspirantes a la Presidencia de la República. Hoy son un par de docenas, dentro de algunas semanas serán tantos que será difícil retener los nombres. La mayoría son conocidos por los profesionales de la información, que de eso viven, pero son ilustres desconocidos para la gente común y corriente que en junio del año que entra votará por uno de ellos para presidente del país.

Sería interesante, pero es algo reservado para el diván de su psicoanalista, conocer qué resortes se movieron para pensar que ellos podrían ser el mero mero y representar a las instituciones nacionales. Lo primero es que tienen una idea de sí mismos muy superior a la que tiene de ellos el resto de la gente. Ya se vieron con la banda presidencial a lo largo del pecho, dando el Grito desde el balcón central de Palacio Nacional.

Quiero pensar que, además del gusto de verse en la punta de la pirámide, donde sólo hay lugar para una silla, esos señores y una que otra señora, son patriotas y quieren tener un mejor país. Eso sí, les reconozco valor y ese temple que se necesita para no tenerle miedo al ridículo.

Más allá de los comunicadores que tiene la obligación de seguirles la pista, cuántos ciudadanos habrían oído hablar de Ríos Piter, Álvarez Icaza, Fernández Noroña, Ferriz de Con, Jaime Rodríguez, Luis Derbez, Romero Hicks, Margarita Zavala, Moreno Valle, Yunes, Ricardo Anaya, Ernesto Ruffo, Ivonne Ortega, De la Madrid, Narro, Meade, Osorio, Videgaray, Juan Zepeda, Aureoles, Graco, Mancera, López Obrador y, hasta, María de Jesús Patricio que va por el EZLN, más los que se me haya olvidado y los que levanten la mano.
Tenemos garantizada la cantidad; la calidad es otra historia.
@soycamachojuan





Cada vez más solo 


Javier Solórzano Zinser 
Hay la impresión de que el primer círculo del Presidente lo tiene aislado. No se sabe si Peña Nieto sabe lo que piensa la gente de él y lo que más de alguno hace en su nombre o a sus espaldas. Esto no le exime de responsabilidades, pero la imagen que se ha creado es que se ve solo y que está solo. Pase lo que pase en su gobierno, queda mal o en entredicho. La responsabilidad primera es sin duda de él, pero ante diferentes eventos en donde el gobierno queda en medio, su gabinete tiende a quedar mudo o se hace a un lado. Sumemos su gran problema de comunicación. No han sabido contar asuntos en que ha estado involucrado Peña Nieto y cuando se hace, las cosas terminan por ser para la opinión pública endebles y lo colocan como responsable único y directo. La confusión que traen con el espionaje es el reflejo de una lucha intestina, de una evasión de responsabilidades, o de plano que juegan a que no saben lo que le toca a cada quien. Pasarse la pelota es dejar el delicado tema del espionaje en el vacío. Si no se delimitan responsabilidades en el propio gobierno, se termina sembrando la idea de que el espionaje pudo venir de cualquier lado, lo cual no parece ser posible. El único que puede espiar como se presume se ha hecho, y el único que puede estar interesado en espiar a los niveles en que presumiblemente se ha hecho, es el gobierno. Estamos ante una posible acción en donde se utilizaron instrumentos para gobernar y defender derechos y garantías ciudadanas. Es importante saber quién adquirió el programa, por qué lo hicieron, cuánto costó y en manos de quién está. Es igual de importante conocer en manos de quién está y cuáles son y quién determina las políticas de uso del programa. Más allá de que la exprocuradora, hoy titular de la Función Pública, Arely Gómez, diga que todas sus acciones fueron “apegadas al marco jurídico”, la cuestión está en si este tipo de herramientas debe estar en la PGR o en las áreas de control político, inteligencia y seguridad nacional. ¿Quién tiene la autorización y atribuciones para utilizarlas? Nadie ha dado una respuesta convincente sobre el espionaje. Hemos pasado del que denuncien al que la PGR va a investigar con la probabilidad de que al final no pase nada. Mientras todo esto pasa el Presidente habló del tema. Quedó la impresión de que no tenía lo suficientemente claro lo que quería decir. O su equipo lo dejó solo una vez más o se lanzó sin tener claras las ideas en su cabeza. Nadie de su equipo salió en su defensa o al menos para dirigir el tema hacia otros derroteros. Al final quien quedó en evidencia, como en otros asuntos, fue de nuevo el Presidente. La publicación de la información en el NYT, no casualmente en primera plana, es otra evidencia de cómo el Presidente está aislado o lo aíslan. La única manera en que desde fuera se pudiera conocer del espionaje, se asegura que se sabía del artículo con dos semanas de antelación, era a través de filtraciones oficiales. Los malos momentos para Peña Nieto y su gobierno se han agudizado. No están como para que su equipo se agache y además lo aísle, o que resulte que el propio mandatario termine viendo todo desde la barrera. RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer: • Que le hayan metido a la selección 11 goles en dos partidos clave, significa que el futbol nuestro sigue trabado y no da el paso. En la Copa América, Chile nos metió siete y ayer la cuota de Alemania fue de cuatro. Seguimos siendo un equipo que vive de la esperanza, que enfrenta invariablemente su terca realidad. Los aficionados tuvimos ayer un nuevo capítulo de decepciones futboleras y no quedó de otra que tragar sapos de nuevo. Vendrá de nuevo el caos y la crisis, y los “sabios” pedirán la cabeza de Osorio como si fuera la solución; no tiene sentido hacerlo. Seguimos sin dar el paso que nos haga diferentes. Iremos al Mundial a aspirar a estar en un buen lugar por allá de la media tabla; es lo que hay. solorzano52mx@yahoo.com.mx Twitter: @JavierSolorzano






Mujeres y legítima defensa


Yuriria Sierra.
Hace unos meses, en noviembre de 2016, tres mujeres de Aguascalientes estuvieron presas 36 horas, porque un hombre entró a la casa en la que vivían durante la madrugada para robarles. Ellas se defendieron del robo a sartenazos. El ladrón murió, pero, irónicamente, los familiares del delincuente las acusaron de homicidio. En videos de la televisión local quedaron grabados los testimonios de esos parientes que, rayando en lo ridículo, justifican el robo, pero no entendían el porqué las mujeres tomaron sus sartenes y le cayeron a golpes al sujeto. Al juez que llevó el caso le costó 36 horas entender y determinar que, en realidad, esas tres mujeres actuaron en defensa propia.

Hace unos días, nos enteramos del caso de Itzel, una joven de 15 años que fue exonerada, luego de que cuatro semanas antes fuera secuestrada y abusada sexualmente, en repetidas ocasiones, por un sujeto que la amenazaba con un cuchillo en las inmediaciones del Metro Taxqueña. La joven logró arrebatarle el arma al agresor y se defendió con ella. El sujeto murió, pero a Itzel se le imputó homicidio doloso y se le abrió un proceso penal. Casi un mes después, Itzel habló de su caso en un video que fue visto por miles de personas a través de las redes sociales. En respuesta, la Procuraduría capitalina, que antes no dejaba que la defensa de Itzel tuviera acceso a su carpeta de investigación, liberó a la joven de toda responsabilidad. Un mes y un escándalo mediático fue lo que le costó a la autoridad determinar que sí, que Itzel sólo se había defendido.

Ambos ejemplos son, lamentablemente, apenas una pequeñísima muestra de cómo funcionan las leyes en nuestro país. Hace unos días, en Imagen Radio, entrevisté a Ana Katiria Suárez, una abogada mexicana que se enfrentó a esa maraña de huecos, vicios y machismos de la justicia mexicana, cuando defendió a Yakiri Rubio, una joven que en 2013 fue encarcelada, acusada de homicidio calificado. Las circunstancias del caso son muy parecidas a las de Itzel: Yakiri fue secuestrada por dos sujetos, que la llevaron a un hotel para abusar de ella, quien se defendió. Uno de los agresores murió. Ella salió del hotel semidesnuda y logró llegar a una delegación de la Procuraduría. Los agentes que la atendieron la ingresaron como agresora, no como víctima. Yakiri estuvo presa y para recuperar su libertad, su familia tuvo que pagar casi medio millón de pesos como fianza, y eso sólo porque un juez determinó que, aunque los agresores trataron de asesinarla, ella hizo “uso excesivo” de la legítima defensa, pero a pesar de eso podía llevar su proceso en libertad. Vaya justicia. Fue hasta mayo de 2014 que Yakiri fue absuelta, pero, sorpresa, la PGJ apeló la sentencia. Yakiri está hoy en libertad, pero para el entendido de quienes ejercen la justicia en la Ciudad de México, debería estar presa. El largo camino que la abogada recorrió para lograr la absolución de Yakiri, lo narra ella misma en el libro En Defensa Propia, editado por Grijalbo, que recién llegó a los estantes de librerías.

Según el Código Penal Federal, “se presumirá como defensa legítima, salvo prueba en contrario, el hecho de causar daño a quien por cualquier medio trate de penetrar, sin derecho, al hogar del agente, al de su familia, a sus dependencias, o a los de cualquier persona que tenga la obligación de defender, al sitio donde se encuentren bienes propios o ajenos respecto de los que exista la misma obligación; o bien, lo encuentre en alguno de aquellos lugares en circunstancias tales que revelen la probabilidad de una agresión...”. El asunto está en que casos como los que narramos anteriormente, más aún cuando en hay agresiones sexuales de por medio, se convierten en caldo de cultivo para que autoridades abusen (nuevamente, aunque de otra forma) de la víctima, utilizando la vulnerabilidad del momento, para voltear el caso y perseguir a quien sólo se defendió. Eso es también parte de la violencia de género que se vive en todo el país a diario por una simple razón: porque la ley, sus usos y costumbres permiten que las mujeres puedan y sean doblemente abusadas…

ADDENDUM. Ayer, Andrés Manuel ya le puso nombre y apellido al que él cree que será su opositor en el PRI en 2018: José Antonio Meade. Mañana, en este mismo espacio les voy a dar todas mis hipótesis y mi lectura de ésta, la profecía de El Peje que puede autocumplirse.





Espiar: vieja práctica de los gobiernos


El escándalo internacional desatado al conocerse que el gobierno mexicano posee sofisticados sistemas de espionaje para combatir el crimen organizado que también utiliza para saber el quehacer de periodistas, defensores de los derechos humanos y quienes luchan contra la corrupción, ocurrió casi al mismo tiempo que el presidente Trump acusó a su antecesor de no evitar que Rusia interviniera en la campaña electoral del año pasado en perjuicio de la candidata del Partido Demócrata.

Espiar es vieja práctica a la que recurren los gobiernos de los países más diversos. Estados Unidos intervino los teléfonos de la canciller alemana Angela Merkel y la de otros dirigentes europeos, asiáticos y de América Latina. Y seguramente los de México.

Pero también los intelectuales más influyentes han sido espiados. La Agencia Central de Inteligencia del vecino país, la CIA, siguió los pasos de algunos de ellos a fin de conocer el impacto que sus textos y conferencias tenían sobre el papel de Estados Unidos en el mundo. Saber si militaban o apoyaban a las organizaciones marxistas o simpatizaban con la Unión Soviética. Jean Paul Sartre, Gabriel García Márquez, Roland Barthes, Pablo Neruda, Michel Foucault, Julio Cortázar, Jacques Lacan, Eduardo Galeano y Louis Althusser, entre otros. Sus libros, artículos y conferencias fueron transcritos y examinados minuciosamente.


Para la agencia la cultura es un instrumento ideológico fundamental y por eso a mediados del siglo pasado le encargó a uno de sus agentes más avezados, Michael Josselson, dirigir la guerra fría cultural a través del Congreso por la Libertad de la Cultura, con sede en París y oficinas en 35 países. Con fondos del gobierno estadunidense, crearon más de 20 revistas de prestigio, organizaron exposiciones de arte, un servicio de noticias que incluía artículos de escritores opuestos al marxismo. Hicieron famosos a más de un pintor o novelista.

Y pagaban bien esa colaboración, como reveló en 1999 la inglesa Frances Stonors Saunders, en su libro La CIA y la guerra fría cultural. Traducido al español por la editorial Debate, su contenido sigue vigente. Egresada de la Universidad de Oxford, Frances detalla cómo la agencia logró penetrar y dejar sentir la influencia del gobierno estadunidense en numerosas organizaciones culturales y de qué manera utilizó en su favor fundaciones que se creían neutrales, como la Ford y Rockefeller. Cómo trabajó para imponer el expresionismo abstracto y a sus representantes más conocidos, como Jackson Pollock. En América Latina esa tarea estuvo a cargo del crítico de arte José Gómez Sicre.

Sobre el papel de la CIA en el quehacer cultural de Europa existen muy buenas investigaciones. Falta conocer sus andanzas en América Latina.

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