Damnificados de Juchitán viven en lodazales bajo pequeñas lonas.


“Afortunadamente el apoyo ha fluido de manera constante”, resaltó el pintor juchiteco Francisco Toledo, quien agradeció el apoyo que diversas organizaciones, así como empresas y personas de a pie, han brindado a sus paisanos. Foto Amigos del Lago

Diana Manzo, corresponsal

Juchitán, Oax. Las intensas lluvias que desde hace tres días no cesan han convertida en ríos y arroyos las calles de Juchitán y otros pueblos del Istmo de Tehauntepec, afectados ya por el terremoto del 7 de septiembre. En los lodazales, bajo lonas regaladas por las autoridades o la sociedad civil, viven los habitantes que perdieron sus hogares y los que aún los conservan, pero con graves daños.

“Ahora es la lluvia, más las constantes réplicas (del sismo), no sabemos hasta cuándo pare esto, nos estamos volviendo locos”, expresa Rosalino Ruiz Sánchez, originario de Juchitán que con una lona de tres por tres metros cubre a sus cuatro hijos y a su mamá de 70 años afuera de su vivienda.
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La Jornada